Mi incapacidad para conectar con él no me nace naturalmente; incluso hay días en que siento resentimiento y rabia. En el fondo de mi corazón, siento que me ha robado los mejores años y la oportunidad de encontrar un amor real y verdadero.Estoy ya muy adulto, y si me quedara solo, estoy seguro de que ya no sería posible involucrarme emocionalmente con una nueva persona, especialmente porque estoy tan convencido de que a este mundo le quedan muy pocos años de existencia. Nadie entendería mis razones ni mis creencias; introducir otra persona a mi familia sería desgastante para ellos, aunque estoy seguro de que mi felicidad es su felicidad.S no entiende mis protestas. Llevo años tratando de transmitirle mis necesidades emocionales, pero dice el dicho que el leopardo no cambia sus manchas. Al final, S es como es y poco le importa esforzarse por mejorar o cambiar. A veces es presuntuoso con el amor que él piensa que hay entre nosotros, y parece malbaratar las muchas veces que me agoto y le reclamo, como si mis reclamos y mis enojos fueran cosas sin valor que pueden ser simplemente ignoradas. Lo que no sabe, porque ya dejé de decirle y advertirle, es que con cada desplante y oídos sordos, el cariño que le tengo se desgasta y se va desliendo como una tela fina cuyos hilos se han ido soltando y rompiendo. Me acostumbré a vivir con él porque aprendí a amar la estabilidad que tengo en mi vida, pero a costa de mis emociones e incluso mis deseos.Esta ha sido siempre una relación completamente desproporcionada y muy poco recíproca, en donde siento que he dado mucho pero he recibido muy poco; sin embargo, S está convencido de que ha dado mucho y seguramente lo ha dado todo, lo poco que tiene, y no lo culpo tampoco. No tiene mucho para dar, pues fue muy poco el amor y el cariño que recibió. Soy consciente de que no tiene tampoco mucho amor para dar, y así vivo ahora en una rutina diaria gris, permeada de mentiras, ilusiones, secretos, engaños, distracciones momentáneas y emociones fingidas que se sienten postizas y forzadas.
Me enfoco en mi trabajo, tengo una meta y ya he conquistado muchísimo camino, por fin conquiste uno de los escalones por el que trabaje 5 años, y agradezco al Altísimo por haberme bendecido y ayudado, me siento feliz de haber llegado hasta ahí y ahora quiero avanzar y conquistar mayores alturas, no se puede tener todo en esta vida, al parecer no me toco la virilidad de un macho alfa ni la vida amorosa de un cuento de hadas, así que lo que tengo es lo que voy a explotar de la mejor forma.
Mi felicidad esta en ver como mi familia asegura su futuro, como envejecen con un techo propio del que nadie nunca los saque, tristemente mis padres y mis abuelos son víctimas de una cadena desafortunada de malas decisiones familiares, y yo he tomado en mis hombros la responsabilidad de cortar esa cadena de pobreza y necesidad para que su vejez sea tranquila y digna. Dios ayudame a cumplirlo por favor!
No se si sigo amando a S, días como hoy quisiera haberlo dejado ir definitivamente cuando estuvo tan seguro de hacerlo, no se si arruine el propósito de Dios al aferrarme a su compañía pobre y seca, pero tengo que vivir con esta decisión. Tengo una vida bendecida por el Altísimo, este es un pequeño sacrificio en comparación no solo con el futuro digno para mi familia sino también para el eterno peso de gloria que nos espera si nos preparamos correctamente para el final y para ser hallados fieles al cielo. No es fácil, no es un camino ancho y hay que renunciar a muchas cosas, pero no importa, al final se que todo habrá valido la pena.
Hay que continuar, no tenemos el amor de una pareja, pero esta el amor de la familia y el más importante, el amor del Eterno y ese es mas valioso que todos los amores de la tierra. No me miento, extraño mucho volver a amar de verdad, pero me conformo con pensar que todo este sacrificio y esfuerzo tendrá sus frutos y no será en vano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario