sábado, 25 de abril de 2020

62 días, Caminando en soledad

Estoy aquí sentado en la sala de mi casa, sintiendo cómo voy perdiéndome en este laberinto poco a poco, cómo si una enorme oscuridad me abrazara, me siento perdido, con todos estos recuerdos rondando mi mente continuamente, preguntándome qué he hecho con mi vida? En qué momento llegue a este punto. Que perdido me siento hoy, con todos mis sueños y planes rotos, con esta sensación desoladora de haber tal vez botando a la basura los mejores años de mi vida sin haber podido hacer mejores cosas, por suerte soy independiente y Dios! Gracias! Porque vivo cómodamente, tengo un buen empleo y alcancé un posgrado, podría ser peor, pero siento que no he vivido, siento que he desperdiciado mi vida tratando de ser y complacer a otros, que me he mentido a mi mismo, que me olvide de mi mismo, en esta carrera estupida de complacer y hacer orgulloso a todos los demás.

Y ahora estoy aquí sentado en la sala de mi casa, buscando en Netflix algo que me entretenga y me haga olvidar esta sensación de vacío que tengo en el corazón, es mi historia sin fin desde hace 6 años, un vacío que se hace cada vez más grande, no se como solucionarlo, mi trasfondo cristiano tampoco ayuda, ya no puedo encontrar ni siquiera esa paz que me daba refugio en tiempos de angustia, es como si Dios también quisiera guardar silencio respecto de todo esto que siento.

Quisiera poder escribir líneas diferentes, líneas que al leerlas me hablaran sobre evolución, quisiera poder en este momento escribir líneas distintas pero sigo atrapado en este ciclo interminable de dolor y miseria emocional, me siento totalmente atrapado en este momento, sin salida alguna, ahogándome en mis penas pasadas sin ninguna esperanza, es exactamente cómo me siento, tal vez me esté ahogando el algo simple, tal vez en realidad estoy enfermo o herido muy herido, no logro comprender que me pasa, no se cómo solucionarlo.

Estos días de cuarentena encerrado y solo, han sido días en donde se ha hecho cada vez más evidente la contradicción con la que vivo a diario, entre mi soledad, mis deseos de conectar con las personas y al mismo tiempo mi propia apatía y desconfianza, me encantaría poder ser como la mayoría de personas, con su grupo de amigos, ese círculo de apoyo a quien pudiera yo contarle como me siento, y reírme y no se olvidar por un rato todo el daño que tengo acumulado, seguramente no estaría escribiendo estas líneas en medio de la oscuridad de mi sala, pero gracias a la horrible inestabilidad de mis padres nunca pude cultivar amistades, y con el tiempo me fui haciendo cada vez más incapaz de conectar con las personas, me irrito con facilidad, me abruma permitir a las personas entrar en mi vida, y con el pasar de los años soy cada vez menos tolerante, me cierro fácilmente y a veces parezco un uraño amargado encerrado en mis propios pensamientos sin la intención de compartir nada con nadie. Dios! Me estoy convirtiendo en un completo amargado.

No se como describir la irritación que me causa la tendencia de las personas a darse importancia a ellos mismos, últimamente me tocan personas con historias que a veces siento parecieran sacadas de una película, y porque me cuentan esas cosas? Por qué a mi? Que solución puedo darles? Que puedo decirles? Me siento atrapado en una locura, me siento cansado, hastiado, por que lo demás son felices? Qué pasa conmigo? Por qué no puedo conectar con los demás? Por qué no puedo encontrar personas que me quieran solo por quien soy? Todos se acercan a mi con algún interés, siempre buscando obtener algo de mi, para muchos soy el baúl de sus confesiones, muchos desean ser escuchados y en eso me convertí, sin embargo nadie quiere escucharme a mi, nadie quiere entenderme, no hay una sola persona en la que yo pueda confiar y contarle como me siento y sentir ese abrazo sincero, tal vez la palmada en la espalda una sonrisa, una invitación a sacarme de la rutina de mi vida, alguien que me escuche a mi y me entienda. Lo más triste es que tendré que pagarle a alguien para que me escuche, sin amigos y sin nadie que me conozca y me aprecie realmente, tendré que pagarle a alguien para que me escuche y me diga que hacer. Tal vez es el momento más triste de toda mi vida.

No puedo hacerlo con mis hermanos, uno esta muy ocupado con sus propios asuntos y estoy seguro que nunca entendería cómo me siento, terminaría por hacerme sentir peor, me llamaría dramático, o simplemente no escucharía, y el otro con su soberbia y orgullo me sacó de su vida hace mucho tiempo, mis padres tampoco son de ayuda, ambos son inmaduros a pesar de su edad y tienen mil cosas que resolver de ellos mismos, su inestabilidad, su búsqueda de ese no se que, que al final los ha llevado a llegar a los 50 años aún buscando un futuro o un lugar, me irrita tanto que viven culpando a todos los demás, nunca se han responsabilizado de sus vidas, durante 30 años han delegado su futuro y sus vidas y las de nosotros sus hijos en otros, me siento terriblemente mal de no querer ver a mamá, pero en este momento de mi vida en el que todas las frustraciones del pasado están manifestándose siento que mis padres han contribuido bastante en esta soledad en la que me encuentro actualmente, pero no quiero perpetuar la costumbre de culpar y responsabilizar a otros, no quiero hacerlo, siento que necesito un respiro de mi familia, los amo con todo mi ser sin embargo  hay tanta toxicidad, tanta inestabilidad, inmadurez y drama en el aire, aquí estoy yo mismo con toda esa carga de la que quiero deshacerme.

Se que estoy enfermo, estoy tocando fondo, supongo que luego de esto el único lugar al que podré ir es hacia arriba, no tengo conexión emocional real con nadie, no tengo amigos, pareja, y ninguna persona en la que pueda confiar, sigo tocando la puerta del cielo esperando obtener alguna respuesta, se que lo tengo todo, y estoy muy agradecido por ello (Dios tú qué lees esto,sabes que no puedo dejar de agradecer tus bendiciones) pero soy un ser humano, fui hecho para conectar con otras personas, y estoy desconectado completamente de todos, me siento aislado y solo, sin ningún apoyo. Y aunque mis necesidades físicas están cubiertas, todas mis necesidades espirituales y emocionales están en rojo, en bancarrota. No espero encontrar pareja mañana, quisiera encontrar amigos de verdad, gente en la que pudiera confiar, con la que pudiera ser simplemente yo mismo sin ser juzgado, sin tener que llenar las expectativas de alguien, sin tener que siempre ser perfecto, sin tener que ser siempre fuerte y asertivo, poder también ser débil y vulnerable y tener derecho a equivocarme y no ser juzgado por eso, no podría decir que mis tres compañeros de oficina con los que comparto la mayor parte del tiempo allí son mis amigos, tengo que ser honesto conmigo mismo no me puedo mentir, no confío en ninguno, L es súper honesta pero también muy cruel y A siempre saca lo peor de ella, le he tomado gran cariño pero en algún punto comencé a sentirme intoxicado, y JC siempre tan complaciente, siempre quiere agradar a todos, a tal punto que siento que es falso,  y A un niño de 22 añitos con delirios de diva, no puedo ser duro con el, vive en su burbuja y es el mundo que conoce, es muy inteligente, y capaz de muchas cosas,  a veces veo tanto de mi en él, siempre le he tenido un cariño especial a A, pero somos tan parecidos que fue un muy largo camino encontrar un punto medio para no explotar, solíamos discutir todo el tiempo, y ahora en esta cuarentena la distancia se ha hecho más grande. Simplemente no logro conectar con nadie y creo que esa es la bandera roja para encontrar una salida a todo esto, simplemente no quiero imaginar que llego a los 35 o 40 años solitario, amargado y totalmente aislado de todos.

El lunes contactaré al psicólogo e iniciaré terapia necesito urgente resolver todo esto, y saber que hacer para sanarme y solucionarlo y cambiar todo este círculo repetitivo en una vida totalmente diferente y plena. Necesito vibrar de forma diferente y no me voy a permitir convertirme en aquello que siempre dije que no iba a ser.










No hay comentarios:

Publicar un comentario

175 dias... Desde que formalice lo que hay

Han pasado 175 días. No me quejo; tampoco ha sido horrible. La boda no fue, definitivamente, como la soñé cuando era adolescente. No hubo ch...