miércoles, 24 de diciembre de 2014

día doce después del desastre... ASFIXIA

24/12/2014

Juegas conmigo, lo haces y al parecer no te importa mucho como pueda sentirme yo, ayer llegaste al gimnasio, no esperaba verte y la verdad cuando te vi mil sentimientos se manifestaron juntos, quise salir a correr pero en realidad no tengo porque huir de ti, nunca te he fallado, y siempre estuve ahí para ti, y caí, caí como un imbécil en tu juego de seducción, en tu carita inocente y tus ojitos, esos ojos que me quitan las fuerzas, y toda la voluntad.

Me besaste como si me amaras, lloraste como si me amaras, y me dijiste - te amo- como si me amaras, todo lo creí, y entonces como un completo niño inocente la ilusión volvió a nacer en mi corazón, volviste a estar entre mis brazos y por un momento mi corazón dejo de doler, volvía a sentir felicidad, soñé con una luz de esperanza, justo cuando ya había aceptado que te habías ido de mi vida, justo cuando ya al menos sabia que nunca ibas a regresar, que ya no eras mas para mi.

Todo un día esperando recoger tus migajas, las migajas que me botas cuando se te antoja jugar conmigo, supongo que tu tristeza y tu depresión se debían a alguna pelea tonta que habrás tenido con tu novio y entonces claro ahí esta el comodín, ahí estaba yo para hacerte sentir bien, para que continuaras devorando mis sentimientos, para que siguieras pisoteando los pedazos que dejaste de mi corazón, tu no sabes que noche pase, rogando al Señor para que sanara tu corazón, para que dejaras de lado el dolor y pudieras continuar con tus sueños, lo mas seguro es que me contesto, porque espere por ti a la mañana siguiente allí donde un día anterior me habías dicho que me amabas como a nadie, pero nunca llegaste, no te importo ni siquiera disculparte por haber faltado a tu palabra, soy tan poca cosa para ti que ni siquiera merezco al menos un saludo de buenos días y un - no me esperes-.

Supongo que aquel que te alejo de mi, logro nuevamente envolverte y entonces ya no  me necesitaste, volviste a sentirte bien y yo nuevamente quedo guardado como un objeto en el ultimo rincón de tu mente como un fósil de tu pasado inservible cuando logras saciarte con el amor que siento por ti.

Trato de justificar aun cada una de tus actitudes, trato de auto engañarme para que no me hiera tanto, trato de darle alguna explicación a lo que haces, a tus juegos infantiles, todavía recuerdo el dolor agudo en mi corazón cuando sin ninguna consideración simplemente me dijiste que te ibas aun mas lejos de mi, a estas alturas de las cosas ya nada debería sorprenderme viniendo de ti, contigo nunca se sabe que puede suceder al día siguiente, ni siquiera tu lo sabes tomas decisiones por impulsos, por como te sientes, escapando de un lado y del otro, coleccionando amores, desdichas y lagrimas, culpando a todos los demás de lo que haces con tu vida, como si te odiaras a ti mismo, como si buscaras destruirte, castigarte, sufrir lo mas que puedas, a lo que nunca he podido encontrarle ninguna razón.

Que infeliz me siento hoy, cuanto dolor, ya no se por cuanto mas tiempo quiero vivir con esto, es insoportable esta sensación aguda en el corazón , como si me clavaran una espada de dos filos, amargura y desolación, y aun la maldita esperanza de que todo esto sea solo un sueño, maldigo esta esperanza de pensar que puede cambiar, que deseas regresar, que de verdad me amas, tu amor, tu amor ya no puedo creer en tu amor, me has hecho tanto daño que deseo huir de ti, borrarte completamente de mi vida, dormir y despertar como si nunca te hubiese conocido, pero estoy condenado a vivir segundo tras segundo con un dolor que no merecía, una herida que me causaste a mi, que te amaba con tanto amor.

No puedo seguir mas con esta asfixia, no puedo respirar mas este aire ponzoñoso, no soporto un día mas esperando algo que jamas va a suceder, hoy es uno de esos días en que quiero desaparecer, no puedo mas con esto.







No hay comentarios:

Publicar un comentario

175 dias... Desde que formalice lo que hay

Han pasado 175 días. No me quejo; tampoco ha sido horrible. La boda no fue, definitivamente, como la soñé cuando era adolescente. No hubo ch...