lunes, 15 de diciembre de 2014

tercer día después del evento

15/12/2014
Hola, ya han pasado 3 días desde que te fuiste, y aun tengo ese vacío gateándome en mi habitación, las paredes blancas ahora me parecen tan altas,  ya me hice a la idea de que estas con él, vaya precio el que pagué,  y aquí estoy tratando de mirar por encima de estas nubes oscuras que no me permiten comprender el por qué?  Aun el último día que vi tu mirada, esa mirada que amo tanto, me dijiste –te amo- y luego levantaste tu mano para clavarme el puñal lo más profundo que te fue posible,  si te odio?  Vaya no podría hacerlo aunque en eso utilizara todas mis fuerzas y toda mi atención,  a veces camino por aquellas calles que nos vieron juntos, que nos vieron soñar, sonreír, jugar, esas calles que escuchaban nuestros planes,  y que difícil es no recorrer una y otra vez palabra por palabra intentando ahogarlas en mi memoria, para que no me ahoguen a mí.
Busco indicios que me digan que piensas en mí, pero no encuentro ninguno, tu ausencia absoluta, mi incapacidad para hablarte o si quiera verte de lejos, todo aquello que intensifica mi dolor, pero solo es mio, y es que no puedo desear que tu pases por esta sensación de dolor, de abandono, de engaño, y la vida posa sobre mí su mirada y me escoge para que sea yo quien sobrelleve ese dolor, el dolor de los dos, el dolor del rompimiento, el dolor que me causa no saberte mio, no poderte esconder entre mis brazos, no poder protegerte ya del dolor, del mal que abunda en este mundo, y luego escucho las voces que me dicen que debo dejarte vivir, que hice bien en permitir que te apartaras de mi vida, aun cuando lo hiciste con toda la irracionalidad, la indiferencia y la frialdad, como un asesino que planea su crimen, luego de colgar esa llamada, fue como si estuviese soñando, o como si hubiera hablado con otra persona, otro tu tal vez, me sentí fuera de mi mismo, quise buscar en mi memoria al hombre que tanto amaba y allí me refugie negándome a recordar tus frías palabras mientras me decías –no te amo, tu eres el único que quiere engañarse- y como me engañé a mí mismo.
He estado de varias maneras durante estos 3 días, he muerto y resucitado unas mil veces tal vez, tus ojos, esos ojos que amo con tanta fuerza a veces los veo mirándome en el vacío de mi cama, ese vacío que he tratado de llenar sin ningún éxito. Se ha convertido en todo un desafío abrir mi closet para buscar mi ropa, acercarme a esas puertas blancas, significa tener que ver el rastro de tu ropa, el aroma que quedo ahí, me salta golpeándome la nariz y con una risa sórdida me recuerda que ya no estas.
Y ahora soy yo el que vive en una irónica novela coreana,  perdí el amor de mi vida, y aun así me niego a aceptar que vivo en este mundo de temporalidades, donde nada puede ser para toda la vida, sigo soñando con envejecer al lado de alguien, bueno realmente a tu lado, aunque supongo que cuando tu lo imaginas debes ver otro rostro tal vez, o quizás eso dejo de ser importante para ti, aunque trato locamente de pensar solo en mí, los múltiples intentos se vuelven fallidos, ayer mientras reía en un paraíso a donde Dios quiso permitirme ir, te imaginaba ahí sentado a mi lado disfrutando esas hermosas cosas que el cielo me daba, te pensé mil veces tal vez, desee tele transportarte desde donde quiera que estuvieras para que pudieras disfrutar como yo de ese hermoso lugar,  que difícil es ahora pensarme como alguien solo, cuando mi mente sigue insistiendo en que soy la mitad de alguien, y me insiste en que ese alguien eres tu.
Pero aunque ha sido tan difícil poder aceptar mi realidad, en el fondo sé que nunca regresaras, que yo soy un lindo recuerdo para ti, alguien de tu pasado, tu corazón ya no dice mi nombre, y tu mente, tu mente camina por otros pasillos, se eleva mientras medita en otros asuntos, y si por alguna razón se topa con mi imagen tal vez sonría, sienta una especie de alivio y continúe hacia adelante. Y eso es lo que debe ser, claro mientras escribo esto siento que mi corazón me dice que no, que no es así, pero si lo es, si lo es, tu amor es algo que solo vive en mi recuerdo, las mil veces que me dijiste que no me querías perder nunca, las muchas otras ocasiones que me decías que me tenía que acostumbrar a ti porque jamás me ibas a dejar, que en definitiva yo iba a envejecer contigo.
Todas esas palabras son ecos en mi cuarto, susurros que me torturan, porque sigues presente aunque tu estés tan lejos de mi ahora, te amo con todas las fuerzas de mi ser, y libertad es lo único más valioso que puedo darte, no sé cómo no supe entender que ya antes de que llegara yo a tu vida, ya te habían enseñado bastante bien a decir adiós, pero nunca nadie te enseño a permanecer, nunca nadie te enseño a quedarte, a amar, como podías saber si me amabas cuando nadie te enseño eso, no podías darme aquello que no tenías y lo intentaste lo sé, te esforzaste por responder a mi amor, sin embargo no encontrabas dentro de ti la capacidad suficiente para hacerlo, estas son las justificaciones mías, pero lo cierto es que otro te embeleso y a ti no te importo permitírselo, a la final no estabas perdiendo nada, es fácil cambiar de odre si el vino sigue siendo el mismo.

Que gano con reprocharte, lo cierto es que tampoco pierdo nada, no sé qué sucederá mañana, lo cierto es que hoy te extraño, y me ahoga el hecho de no poder decírtelo, no poder abrazarte, besarte, mimarte, volver a perderme en tus ojos una vez más mientras tus labios dicen -te amo bebé-

No hay comentarios:

Publicar un comentario

175 dias... Desde que formalice lo que hay

Han pasado 175 días. No me quejo; tampoco ha sido horrible. La boda no fue, definitivamente, como la soñé cuando era adolescente. No hubo ch...