miércoles, 17 de diciembre de 2014

Día quinto después del desastre...Ansiedad

17/12/2014
Hoy es el quinto día, vaya si ha sido difícil para mí cada hora que ha pasado, si tan solo tuviera un momento en que no te pasees por mi mente, en que me dejes libre para pensar en algo más, pero estas en cada cosa que hago, volviéndome loco, entregándome a la ansiedad, a la desdicha, a la angustia.

He comenzado a hablar de nuevo con personas, sus elogios y palabras de admiración me repugnan a veces, solo me recuerdan que tu dejaste de ver eso en mí, esta mañana he despertado con vacío en mi pecho, apenas si pude tomar aire para levantarme, estoy tratando de aprender a vivir sin ti, sin tu calor, sin tu voz, sin ese beso de buenos días que me dabas mientras ese par de peluchitos cobraban vida en tus manos y también saltaban sobre mí, la sensación de ser padre de dos productos de tu imaginación y amarlos como tales.

Anoche llore viendo nuestras fotos, tantos recuerdos; volví a escuchar las canciones que me dedicabas cuando me amabas con ese amor que creí eterno, solo podía convencerme a mí mismo de que eres feliz y que tengo que sentirme feliz por ti, es difícil explicarte que siente mi corazón, mi imaginación juega conmigo y me produce desesperación, locura, ansias de verte, de abrazarte, de besarte y no dejarte ir nunca de mi lado, pero ya es demasiado tarde, tengo el vacío de aquello que te llevaste de mí, pudiera ser todo mi corazón si no es porque alguna parte de él, aun late en mi pecho, pero late sin valor, sus latidos son vagos y sin sentido y aun así me repito a mí mismo que tengo que seguir viviendo, que tengo que cumplir con el propósito de mi vida, mis metas, mis sueños pero es que ya no logro distinguir entre los míos y los que eran nuestros.

Repase nuestras fotos, esas mismas que tu tomabas con tanta alegría, como te gustaba que tu gente se diera cuenta de lo feliz que eras conmigo, nuestras aventuras, nuestras historias, las risas que aún se repiten en mi mente, y todos esos –te amo, para siempre- que me dijiste, ahora soy yo el que se encuentra ahogándose con todo esto, mientras le pido a Dios que pese sobre mi todo el dolor, solo para que tu sonrías y sigas tu camino lleno de paz, te dejé ir y te fuiste porque yo no podía soportar tu cara de infelicidad y tú ya no soportabas mi desesperación por encontrar alguna forma de que volvieras a ser feliz. Hoy estuve en ese paradero, en el paradero donde me despediste esa mañana del 12 de diciembre, me senté justo ahí donde me susurraste el ultimo –te amo- mientras tus ojos llenos de tristeza me decían que sería el último día que los vería, si lo supe cuando me subí al bus y entonces agachaste la cabeza y el piso fue tu horizonte, entendí que te irías de mi lado, y que al terminar la luz del día ya no te encontraría más.

Hoy he tenido el impulso loco de verte, de abrazarte pero la enorme pared que ahora nos separa me recuerda que me quieres lejos de ti, tal vez seas tú el único que habite mi mente y me acompañes durante todo el día, tal vez yo no habito tu mente, tal vez hoy mi recuerdo este enterrado en lo más profundo de tu corazón y  ni siquiera recuerdes quien soy.

Mi único consuelo es saber que estas bien, que sonríes, que te rodean personas con quienes te sientes contento,  no entiendo como no logro pensar solo en mí, pero me repito a mí mismo que todo esto es parte de un proceso, y que en algún punto, alguna mañana despertare y serás un recuerdo, una experiencia más de mi vida, sin embargo el profundo amor que siento me repite en el fondo que solo podre aprender a vivir sin ti, no logro imaginarme construyendo un hogar con otro rostro diferente al tuyo, o compartiendo mi vida y envejeciendo con alguien que no seas tú.

Hoy apenas he sobrevivido, y aunque no sabes nada de mí, porque decidí borrarme de tu vida para que pudieras volar sin sentirte responsable de mi dolor, solo puedo esperar que mi sacrificio haya valido tu felicidad, hoy es un día más sin ti, hoy te he extrañado más que nunca y hoy he entendido que mientras tú seas feliz yo podre ser feliz también con los recuerdos de ese año que me has regalado de tu vida.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

175 dias... Desde que formalice lo que hay

Han pasado 175 días. No me quejo; tampoco ha sido horrible. La boda no fue, definitivamente, como la soñé cuando era adolescente. No hubo ch...