Que tormenta se desató en mi corazón cuando descubrí tu secreto, cuando por fin pude responder a la duda que me había embargado por años, a la incógnita que no me permitía entender el porqué de tu continua desconexión, incapacidad de expresar tus emociones, tu falta de deseo hacia mí, esos ataques de ansiedad, la adicción al juego y porque pasabas horas y horas chateando y jugando; de repente todo fue claro para mi, tu adicción no tenía nada que ver con los juegos aunque obviamente eran el recurso principal para satisfacer el vicio que desarrollaste con la pornografia y la parafilia de estar buscando tipos hetero para conversarlos y llevarlos a situaciones sucias y morbosas; no quiero imaginar el resto de cosas que habrás hecho controlado por ese vicío , cuántas veces te habrás involucrado en trios solo para satisfacer esa parafilia porque de ninguna otra forma eras capaz de excitarte, y ni pensar todas las veces que te masturbaste aquí en este cuarto aprovechando que yo no estaba o que yo estaba ocupado trabajando y cocinando, no poca libertad tuviste porque rara vez yo me asomaba para preguntarte algo o para buscar tu atención porque a veces quería un abrazo, un beso tuyo, solo saber como estabas o que necesitabas. Solo Dios sabe si ese vicio siempre fue parte de nuestra relación en todo momento, porque nuestra intimidad, nuestra comunicación y nuestra relación de pareja se fueron deteriorando a medida que te sumergias mas y mas en satisfacer tu adicción.
Por eso siempre estabas cansado, desmotivado, nervioso, ansioso, sin ganas de socializar en la vida real, y conmigo normalmente distante, como si yo estuviera ahí pero a la vez no, y últimamente tan irritable conmigo, sobretodo cuando los problemas comenzaron a aumentar porque yo ya no podía seguir lidiando con la evidente adicción que había empeorado en los últimos meses, tu crees que era por tóxico o por dramatico o por problemático que yo me ponia asi contigo, pero normalmente las adicciones son así, te nublan el juicio por completo y no te dejan ver la realidad, no te permiten reconocer que el problema es el vicio que te consume. Vivías aquí sin importarte mucho el orden, la limpieza, incluso tu mismo, a veces pasabas el día entero sin bañarte, en ropa interior, supongo enfocado únicamente en el morbo que te producía capturar y enredar todos esos tipos en todas las redes; este cuarto donde estoy ahora y que fue tu lugar de trabajo era el punto más caótico de toda nuestra casa, reflejo del caos que era tu mente y ahí estaba yo todo el tiempo tratando de mantener a flote no solo nuestra relación sino esta casa y terminé siendo tu enemigo por eso, terminaste despreciandome, aumentando tu aversión hacia mi, tu comportamiento se volvió más despreocupado y displicente conmigo, ya ni te importaba lo que yo sintiera o pensara, solo importaban los tipos que ya habías conversado y tenías listicos para satisfacer tu vicio.
Y me enfermé, mi cuerpo estaba prendiendo todas las alarmas, ataques de pánico, noches enteras sin dormir en una lucha mental y espiritual que jamas habia experimentado, me acostaba en nuestra cama y no lograba conciliar el sueño, no me hallaba, todo me dolía, mantenía como agotado, aturdido, sin energías, comencé a desmotivarme de todo, continuamente me deprimia, y ni hablar de los ataques de terror nocturnos que me despertaban a las 3 am todas las noches, y tenía irme a la sala a tratar de conciliar el sueño nuevamente, solo para iniciar un nuevo día en la misma situación. y te advertí, te advertí sin conocer que tan grave era la situación, que estabas permitiendo que espíritus inmundos entraran en nuestra casa, y tu mismo te contaminaste a tal grado que en las noches dormir a tu lado era una batalla campal en el mundo espiritual que yo sentía.
Nuestra casa un continuo desorden, una energía de caos, se sentía oscura, comenzó a tener un olor a sucio a viejo, por mas que yo trataba de organizar y limpiar la casa no lograba mejorar esa energía, me sentía asfixiado y muy frustrado porque esto no era lo que yo hubiese querido para los dos. Yo estaba luchando solo, remando solo, tu te dejaste llevar del vicío ese que cultivaste, te tiene controlado, sumido en una oscuridad que te quita tu paz y tu libertad, no fue una situación sencilla para mi, creo que ha sido una experiencia bastante compleja de vivir para ambos.
Busqué tratar de cambiar nuestras rutinas, ir de paseo, salir los fines de semana, tratando de alejarte de tu vicio, pero te amargabas, todo el tiempo estabas ansioso y nervioso, no disfrutabas el tiempo que pasabamos juntos, te enojabas o te irritabas y siempre estabas afanado por volver a casa a conectarte al computador, en tanto durante todo el paseo te asegurabas de chatear todo el tiempo, haciéndome sentir a mi solo, haciendo un esfuerzo sin sentido, y yo terminaba amargado y frustrado, cansado de intentar algo que no cambiaba.
Pero la cereza del pastel, fue leer las conversaciones que tenías acerca de mí con gente desconocida, con los otros enfermos con quienes te jactabas y te quejabas del "hijueputa drama" que yo hacía, y de lo aburrido que estabas conmigo; me sentí tan triste de ver como mientras yo de verdad me esforzaba porque nuestro viaje a Punta Cana fuera de los dos, y pudiéramos rescatar el amor y vivir una experiencia como pareja; tu mandabas foticos a otros, y estabas emocionado con todos esos "chilenos y argentinos" tan buenos que veías, y mientras escribo esto recuerdo, como se te iban los ojos con el chileno que estaba en el tour a la Isla Catalina, casi desde el principio del paseo lo estuviste observando con insistencia y como siempre tu parafilia de casi que estudiar el perfil mental de tu presa, estuviste ocupado escuchando sus conversaciones, y ni hablar de cómo decías las ganas que tenias de volarte a hacer algo con alguno de esos tipos, ya no se si las veces que te ofreciste a salir del cuarto a "comprar" o traer cosas aprovechaste la oportunidad para hacer quien saber que, ya no se que creer.
El grupo de telegram de sexo en la Ceja al que encontré que pertenecías y del que me hice el tonto cuando me diste una excusa tan difícil de creer, todas las veces que salías de la casa a "comprar" cosas y te perdías por horas, las llegadas tarde a la casa, cuando me escribias a las 4 pm que venias para la casa y llegabas a las 9 o 10 de la noche, y ni hablar de la conversación que encontré que tenias con ese tipo cuando vivíamos donde mi hermano y como le decías textualmente que me dejarías sin llegaras a conocer un tipo mejor que yo. Tuve muchas señales y todas las ignore porque ingenuamente creí que tal vez las cosas cambiarían en algún momento, espere por mucho tiempo ese cambio pero nunca llegó.
Fuiste desleal y traicionero, yo puedo entender que hay un problema con tu ninfomanía y la adicción a la pornografia que escaló en ese vicio que tienes , bueno sin contar los problemas de identidad que tienes, el hecho que no sabes si eres homosexual, o hetero o bisexual, si te gustan las mujeres, los hombres o ambos, o nada. Que estabas conmigo pero odiabas que las personas se enteraran que éramos pareja, nunca subiste fotos de nosotros, supongo para no dañar las diferentes narrativas que tenias con todas esas personas. Que las demostraciones de afecto te incomodaban siempre y yo tenía que simplemente adaptarme a todas esas cosas; pero tu deslealtad, el cinismo como te burlaste de mi con esa gente, las cosas tan horribles que dijiste de mí, y como cínicamente torcias la narrativa para vender la imagen de mi como si yo fuera el tóxico insoportable, dime como puedo perdonarte que no valoraras ni siquiera la persona que era yo, ni siquiera respeto merecía de tu parte, no te detuviste a pensar que por muy aburrido que estuvieras de mi porque yo era tu obstáculo para seguir satisfaciendo ese vicio asqueroso, yo me merecía al menos lealtad y respeto y no tenías derecho a incluirme en esas conversaciones tan enfermas que tienes. No lo pensaste, porque era más importante agradar a toda esa gente enferma, y no te importó pasar sobre mi y mi dignidad con tal de sentirte bien contigo mismo y mantener el interés de esas personas.
Hoy no sé quien eras tu en realidad, ni hasta dónde llega la doble vida que llevabas, todo lo que leí que hacías, de tu propio puño y letra, así que no tienes cómo seguir pretendiendo que lo que leí no era realmente lo que decías tú mismo, tu palabra contra tu palabra?
Al principio el mundo se me desmoronó y el amor que te tenía me dolió profundamente, los primeros días quería morirme, pensé que no iba a poder vivir sin tí, me faltaba el aire y lloré y grité y me lamenté, reclamé al cielo por que? Por qué así? Me dolían todos los sueños y proyectos que teníamos, y sobretodo todos los recuerdos y cosas que habíamos vivido estos años, simplemente asimilar que todo se destruyó en cuestión de horas y tan de repente me estaba destruyendo por dentro. Pero me di cuenta que para ti fue un alivio como pasaron las cosas, te liberaste de mi y de tus "cadenas", ya no ibas a tener a un "hijueputa dramático" haciéndote show, jodiendote la vida, ni que te rogara para estar viviendo donde ya no querías. Recordé como en ningún momento te detuviste a tratar de hacer algo para no irte, para buscar una solución, recordé como con esa expresión de tranquilidad en tu cara, fuiste recogiendo tus cosas y sin dudarlo, cruzaste esa puerta luego de despedirte de mi. El amor es de hechos sabes? En un momento tan crítico como ese, si se valía rogar en serio, pedir perdón, tratar de resarcir el daño, evitar a toda costa destruir el hogar, llorar, luchar para no irte, haber admitido que tenías un problema, haberme dicho la verdad en vez de callar y negarlo todo. Pero no vi ninguna muestra de amor verdadero, todo lo que vi fue tus maletas hechas y tu afán de salir de tu carcel para vivir tu vicio con libertad y en Medellín todo más cerca por supuesto.
Y días después recibí tu nota, diciendome que "TE AMO intensamente como nunca he amado a alguien" déjame dudarlo, el amor es un principio de acción, y con tus acciones mientras estuvimos juntos demostraste todo lo contrario. Creo más bien que tu mensaje hace parte de ese proceso de desprendimiento emocional natural, supongo que ya que te viste de nuevo en ese barrio horrible, en ese hueco de cuarto del que te saqué, comiendo de nuevo a medias, y por supuesto sin mi amor, ni mi comprensión ni mi presencia, ni todas las comodidades que teníamos acá te peso realmente todo lo que hiciste, y bueno te dolió, pero es todo, una carta de 26 líneas diciéndome que me amaste muchísimo pero que por cosas de la vida no pudiste demostrarmelo , no van a cambiar tu deslealtad, tus mentiras, el engaño, tu doble vida, tu desinteres, tu indiferencia ni tu cobardía. Te escogí incondicionalmente durante 8 años, y te di muchas oportunidades, pero como el drogadicto o el alcohólico las cosas siempre vuelven a lo mismo, yo entiendo que hiciste muchos esfuerzos pero a menos que admitas que tienes una parafilia, una perversión sexual que tienes que tratarte psicológicamente no vas a poder salir de ese círculo vicioso. Tu problema no es de ansiedad, la ansiedad es el producto de tu vicio ninfomano, esa adicción a obtener placer y satisfacción de todas esas cosas retorcidas y toda esa gente sucia con la que hablas a diario, por eso no te daban ganas de acostarte conmigo, porque lo normal no te excita para nada.
Te amo, obviamente a ti te amo, y te amaré por mucho tiempo, pero ya no te necesito ni espero estar contigo, mi paz regresó, volví a brillar, la casa se iluminó nuevamente, y todo volvió a ser claro para mi, y yo merezco mucho amor porque doy mucho amor, el tiempo pasara y sabremos si el amor permaneció o si por el contrario se convirtió en un lindo recuerdo. Te entrego a Dios, y solo Dios sabe si eres la persona para mi, y si lo eres obrara el milagro de transformarte y convertirte en el amor de mi vida. Y no sabemos si de aquí a eso tu y yo ya hayamos sanado y entendamos que no estábamos destinados para estar juntos.
Te entrego a Dios, y oro para que seas feliz y logres superar todas esas cosas que no te permiten vivir la vida ni ser feliz. Cuidate mi amor, confía en Dios y sincerate contigo mismo, enfrenta el problema como realmente es, y busca la ayuda que necesitas para arrancar de raíz esas cadenas que te arrebatan la felicidad. Te amo, desde la distancia, mis oraciones contigo, mis pensamientos siempre, sigue adelante, y si Dios quiere que nos crucemos alguna vez, seguro así será.
Te amo pero ya no te necesito.
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